viernes, 2 de noviembre de 2007

LA COMPRENSIÓN DE LA TRINIDAD EN EL MUNDO OCCIDENTAL
En este primer artículo realizamos un acercamiento al tema de la Trinidad desde un contexto de la realidad occidental, sociedad ésta en la que nos encontramos. Es muy frecuente que en nuestra mentalidad, se vaya desarrollando ideas, pensamientos, conceptos a partir de una dimensión de la razón, y tambien algunas acciones que realizamos, muy pocas veces surgen de nuestro interior; esto va repercutiendo en nuestra realidad cotidiana de la vida. Igualmente no hay que desconocer nuestra realidad Latinoamericana, que está influencia por la cultura occidental en algunos ámbitos como el conocimiento, la cultura y costumbres, a partir de una concepción de la razón. Pues no generalizando en todo, pero cuando formulamos proposiciones en la mayor parte lo hacemos desde el juicio lógico y nos hacemos preguntas y respuestas, buscando el porque sucedió tal contecimiento y todo este acontecer racional va formando un pensamiento lógico a partir de la razón y en la cual estamos implicados en una sociedad moderna y occidental. Antes de abordar toda la riqueza de la Trinidad, no hay que desconocer el proceso que se ha venido dando desde nuestras primeras comunidades cristinas acerca de la Trinidad. Este proceso de comprensión de la Trinidad no ha sido fácil desde los principios de la Iglesia cristiana hasta nuestra actualidad. Han existido muchos conflictos sobre la comprensión de la Trinidad en relación con otras religiones, pensamientos y caminos equivocados que se han ido formando acerca de la misma. Uno de los elementos que ha ido ayudando a la comprensión de la Trinidad es el don de la fe, no fue fácil ir procesando está fe en la profundización de las personas, porque existían también las herejías y era una controversia contra la fe, pero en medio de ese proceso difícil se fue acentuando la creencia en la unidad divina de la Trinidad. Para ir profundizando en el misterio de la Trinidad, es preciso seguir un proceso que construido desde nuestra apertura, profundidad, búsqueda y dimensión de fe. Asimismo, ir aclarando algunos prejuicios en nuestro lenguaje y utilización de términos como: el modalismo, el subordinacionismo, el triteísmo que son categorías que nos han llevado a tergiversar el lenguaje y el acercamiento al misterio de la unidad divina. En cierta forma estos términos tienen diversas formas de descifrar la Trinidad desvirtuando su verdadero sentido. Asimismo, para realizar un acercamiento a la Trinidad debe existir un proceso de crecimiento en el don de fe, y en la cual se menciona: “La fe Trinitaria ve a las personas relacionadas eternamente en comunión infinita. Entonces podemos decir: hay tres personas de una única comunión”. [1] En esta enunciación nos da entender que la trinidad está formada por tres personas distintas pero en unión infinita, asimismo dentro de la naturaleza existe el único verdadero Dios, conformado por tres personas distintas que son: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; además está personas son co-iguales en naturaleza, co-eternas y viven en comunión. Igualmente Dios se revela tal como es: Padre, Hijo y Espíritu Santo es un misterio que se revela Dios al hombre desde una gran dimensión de comunión. Para entender el misterio de comunión en la Trinidad se hace necesario realizar un proceso de crecimiento en la fe; y vivir algunos valores de: comunión, unidad, misericordia, amor, fraternidad, siendo así elementos que nos pueden ayudar a acercarnos y comprender al misterio de la Trinidad. Además, como creyentes no creemos definitivamente que la doctrina de la Trinidad sean tres dioses distintos. Es así que en la historia del Antiguo Testamento y muchas veces en el Nuevo Testamento, vemos claramente que solo hay un Dios verdadero. Ese Dios verdadero que existe es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Las tres personas son eternas, omniscientes, omnipotentes y omnipresentes. Cuando hablamos de la Trinidad que es un solo Dios verdadero, es porque de la misma unidad divina se deriva las demás personas donde están interpenetradas la una con la otra, desde una sola dimensión de comunión. San Ireneo nos ayuda a comprender la Trinidad desde una base de nuestra fe que lo asimila como el fundamento de un edificio y lo cual confiere a una solidez a nuestro conocimiento desde la fe. En la comprensión del ser humano es un poco difícil comprender el misterio de la Trinidad porque lo relacionamos desde nuestra razón humana y esto significa que como seres humanos somos ilimitados para comprender el misterio de la Trinidad, pero no imposible de reconocer la unidad de Dios desde nuestra fe, y acercándonos más al misterio de Dios. En la cual actúan las tres personas Padre, Hijo y Espíritu Santo bajo una misma unidad de comunión. “La unidad reside en la substancia del Padre comunicada. Por eso las tres personas divinas son consubstanciales, y que participan de forma absoluta de la misma substancia del Padre”. [2] Cuando hablamos de la unidad absoluta de Dios, nos referimos a la relación entre las tres personas, que no son iguales pero que viven en unión, fraternidad, igualdad, bondad, solidaridad, amor, que son elementos que nos ayuda a vivir y entender la Trinidad. De manera que la Trinidad la forman tres personas distintas pero de igual dignidad y con distinta misión en la construcción del Reino.
De otra parte podemos decir que la Trinidad es el término empleado para significar la doctrina central de la religión católica: la verdad que en la unidad de la divinidad, existen tres personas, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo. Estas tres personas verdaderamente distintas una de la otra forman el misterio trinitario. De este modo, en palabras del credo Atanasio: "El Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios, y sin embargo, no hay tres dioses sino uno solo”.[3] En esta trinidad de personas, el Padre engendra al Hijo por una generación eterna, y el Espíritu Santo procede por una procesión del amor eterno del Padre y el Hijo. Sin embargo a pesar de esta diferencia, en cuanto al origen, las personas son co-eternas, co-iguales: todos semejantes no creados y omnipotentes. La enseñanza de la Iglesia, en el misterio de la revelación es desde la relación de la naturaleza de Dios, donde Jesucristo, el Hijo de Dios, enviado al mundo como camino de salvación es el fundamento de todo su sistema dogmático.
También el Concilio Vaticano II ha explicado el significado del término misterio en teología. Aquí se formula que un misterio es una verdad, que no somos capaces de descubrir plenamente, sino que es una revelación divina, la cual, aún cuando ha sido revelada se mantiene "escondida bajo el velo de la fe y, como quien dice, introducida en un sobre por una especie de oscuridad". Es decir en otras palabras, nuestra comprensión se mantiene solamente parcial incluso luego de haberse aceptado como parte del mensaje divino. Sólo podemos formarnos un concepto representativo a través de analogías y tipos, que expresan aquello que ha sido revelado, pero no podemos atrapar el conocimiento total. Asimismo en la justificación de un misterio, la gestión de la razón natural sirve solamente para mostrar que no contiene dificultad intrínseca, y que cualquier discusión impulsada contra ella debe darse en un constante proceso de maduración de la fe.
Finalmente uno de los ejemplos para comprender mejor el misterio de la Trinidad es la relación familiar. “En la familia bien constituida encontramos las principales dimensiones de la santísima trinidad: la distinción (padre, madre e hijo) y la unión de una sola vida, de un solo amor y de una misma comunión constituye la familia”[4] Para entender de una mejor manera y acércanos un poco más el misterio de la Trinidad existe una cierta analogía con la categoría de la familia que está conformada por tres elementos que son: padre, madre e hijo; estas tres personas conforman la familia donde cada persona una misión distinta. Además, no son iguales pero forman una sola familia que convive bajo un mismo techo, una misma preocupación, una misma alegría. Estas personas que forman la familia son: padre, madre e hijo es decir el padre engendra al hijo por eso es padre, el hijo es hijo porque es engendrado por el Padre y la relación de amor entre el padre y la madre se crea el hijo que es la unión entre el padre y la madre. Asimismo la Trinidad está formada por tres personas que son el Padre, el hijo y el Espíritu Santo que son un solo Dios.
Sixto Chalaco Jaramillo
[1] BOFF, Leonardo (1987) “La Trinidad, la sociedad y la liberación”, Ediciones Paulinas, Madrid-España - pág. 66 [2] BOFF, Leonardo (1987) “La Trinidad, la sociedad y la liberación”, Ediciones Paulinas, Madrid-España - pág. 104 [3] BOFF, Leonardo (1987) “La Trinidad, la sociedad y la liberación”, Ediciones Paulinas, Madrid-España - pág. 110 [4] BOFF, Leonardo (1990) “La Santísima Trinidad es la mejor comunidad”, Ediciones Paulinas, segunda edición, Madrid –España. Pág. 61

No hay comentarios: